7/11/11

Slow Dancing in a Burning Room

Los dos están sentados en esquinas opuestas mirándose en silencio. El se levanta y pone en el tocadiscos un viejos vinilo. Se acerca a ella.

Ella no sabe que hacer. Esta confusa. El le alarga su mano, amablemente. Ella la acepta.
El la coge por la cintura, ella en cambio deja caer sus brazos sobre el cuello de su acompañante.

La canción empieza a inundar la habitación del Blues. Los corazones inquietos comienzan a latir con mas fuerza y a medida que el cantante va llenando de poesía sus delicados corazones. No se dirigen la mirada... el miedo se huele, pero eso no impide que esa noche quede guardada en sus memorias, en sus corazones con tantos sentimientos, en sus ojos que tanto tienen que contar.

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